Biografemas

Otro género literario de la filosofía.

#Biografemas #ElMalditoEstiloDeTelegrama 

Si me conceden definir a la «autobiografía» como el arte literario de mostrarse a sí mismo, entonces también se me concederá la posibilidad de suscribirla al amplio espectro de los géneros filosóficos pues, como sugiere el maestro socrático, si la sabiduría es conocerse a sí mismo[1], y la filosofía es, por su etimología (φιλοσοφία: (φιλεῖν [filein] ‘amar’ y σοφία [sofía] ‘sabiduría’), «amor a la sabiduría»; entonces, todo lo que tiene que ver con el conocimiento de sí le ateñe, ya sea desde la heurística o desde la perspectiva de los ejercicios espirituales: Narrarse es buscarse y, hasta cierto punto,  también es hacerse.

Como género literario, la“biografía” goza de una plasticidad narrativa sumamente flexible que se dilata y contrae según las necesidades del autor, sin por ello amenazar con quebrarse; muestra de ello es la longitudinal distancia habida entre En busca del tiempo perdido de Marcel Proust y las muescas biográficas que se abren, como rendijas de cerradura, por entre los Ensayos de Montaigne.

A este respecto, pienso lo que dice Roland Barthes:

Me gustan ciertos rasgos biográficos en la vida de un escritor, me encantan igual que ciertas fotografías; a estos rasgos los he llamado “biografemas”; la fotografía es a la Historia lo que el biografema es a la biografía.[2]

Tomando el neologismo de Barthes, podemos decir que fue con biografemas que Diógenes Laercio nos compartió aspectos fundamentales de la historia de la filosofía antigua, y con bigrafemas, también, Agustín de Hipona nos ofreció una de las reflexiones filosóficas más agudas con respecto al tema de la conversión. Es decir, no sólo son como la fotografía a la historia,  sino como el símbolo a la comprensión: trasladan sentido, y esto, ya les vuelve habitantes, por propio derecho, de la patria filosófica.

En esta sección, desarrollaré #Biografemas como parte de mi trabajo filosófico.

 

 

 

[1] Platón, Cármides (164 e-165 a)

[2] R. Barthes, La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía, Paidós, España, 2006, p.61.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *